jeudi 5 juillet 2012

Trucos y efectos a aplicar cuando pintes tu casa


El color es el arma más poderosa de la estética y en decoración no se le quita su lugar. El pequeño grado de sinestesia que todos tenemos nos hacen encontrar en el color sensaciones y el ojo humano puede dejarse engañar con él por distintos efectos ópticos. Saber elegir entre la gran gama que existe y poder combinarlos según la impresión que se quiera obtener son dos retos que nos impone una habitación cuando buscamos volver a pintarla.

Decidir en qué color vamos a basar nuestra decoración es el primer paso a dar, seguido de buscar qué tono favorecería más al espacio que queremos decorar. Primero tenemos que saber que hay dos grandes grupos de colores: los cálidos y los fríos.

El grupo de los cálidos comprende desde el rojo hasta el amarillo, mientras que el grupo de los fríos se cuenta desde el azul hasta el verde. Sólo encontraremos un balance realmente armónico combinando los colores del grupo de los cálidos con los de los frios. En cambio, si lo que buscamos es evocar algún motivo en particular, se pueden mezclar ambos grupos hasta conseguirlo.

Entre los clásicos contrastes entre los que se puede optar están en blanco y negro de toda la vida o el esquema del efecto del blanco sobre el blanco que favorece la diversidad porque la mayoría de los colores, en todos sus tonos, combinan con él. Uno de los grandes consejos a seguir es el de no usar más de dos o tres colores, con esto se favorece un ambiente cromático agradable y bien equilibrado.

Aspectos como el tamaño de la habitación y la cantidad de luz que entra por ventanas y puertas y su dirección son grandes compañeros a la hora de dar el primer paso de decidir el color. Por poner un ejemplo, es bien sabido que las casas orientadas hacia el norte aprovechan mucho mejor la luz con colores cálidos y luminosos, mientras que las habitaciones orientadas hacia el sur quedan mejor con balances entre colores vivos y tonos pastel. Los espacios reducidos pintados con la gama de colores fríos, blancos y con aplicaciones de papel que jueguen con estos mismos colores, dan un sentido de amplitud que muchas veces se agradece. Las habitaciones demasiado amplias se vuelven más acogedoras con colores cálidos y vibrantes, que harán parecer que las paredes se encuentran más cerca.

Aprovechar estos trucos de efectos visuales es un gran as bajo la manga en la decoración de interiores. Otro ejemplo: si se utiliza un color más claro que el de las paredes para el techo, se hará parecer que el techo se encuentra a un nivel más alto. En cambio, para disimular la altitud de un techo muy arriba, se debe pintar de un color oscuro. Las rayas modifican también la percepción del espacio: las alargadas marcan la profundidad, mientras que las estrechas da la sensación de altura. Los colores claros le dan protagonismos a los muebles y los oscuros los disfrazan.

Aucun commentaire:

Enregistrer un commentaire